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Alfredo Medrano, un referente fundamental en la cultura nacional. |
Este “hermoso ejemplar valluno”, como solía decir para referirse a los cochabambinos de sangre y médula, falleció a sus 61 años el 16 abril del 2006 en su ciudad natal.
Nadie mejor que su íntimo carnal, Ramón Rocha Monroy, para definirlo en pocas palabras:
“Alfredo fue un cuentista consumado, un poeta de la prosa, un fino caricaturista y un novelista en ciernes, pues dejó a medias un manuscrito sobre el terremoto de Aiquile y la saga de su familia, que no pudo concluir. Pero como periodista fue una referencia fundamental en la preservación del medio ambiente y en el rescate de nuestra más honda tradición cultural: Eso que llaman el patrimonio oral e intangible.
Nadie ha recopilado los resultados de sus coloquios ni ha continuado esa costumbre, que él solía amenizar con otro rescate valioso: El del piano vertical, que era un adorno común en las chicherías más linajudas de otro tiempo. Con esos elementos, fue el autor intelectual de Los Cantaritos, ese repositorio de la cocina, la música y el paisaje criollos y mestizos”.
