martes, 27 de marzo de 2012

Le restituyen su tomógrafo al Hospital de Cobija, después de dos años sin funcionar

Con el tomógrafo, diagnósticos oportunos salvan vidas y optimizan curaciones.
Foto Reynaldo Viraca
El Hospital Roberto Galindo Terán tiene aún varios equipos sin funcionar debido a la falta de presupuestos de mantenimiento. Además del tomógrafo, no hubo plata para reparar un generador de oxígeno…

El Dr. Elisandro Fukumoto, administrador del
Hospital pandino, junto al tomógrafo restituido.
Foto Reynaldo Viraca
El Hospital Roberto Galindo Terán de la ciudad de Cobija cuenta al fin con un servicio de tomógrafo. Un equipo que se encontraba  inactivo desde hace dos años por falta de recursos para repararlo, fue restituido al principal nosocomio de Pando por iniciativa del director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Dr. Alicio Guzmán, quien ejerce el cargo desde hace dos meses.
El Hospital Roberto Galindo recibe toda la carga de enfermos y accidentados no sólo de Cobija sino de las provincias circundantes en el departamento. Casos de gravedad que ingresan en Emergencia requieren diagnósticos inmediatos para salvar las vidas en juego, y la única posibilidad de enfrentar esas urgencias es contar con un tomógrafo funcionando.
Mientras este equipo no se hallaba disponible en el hospital de Cobija, se tuvieron que lamentar desenlaces que se hubieran evitado gracias al tomógrafo, según comentan médicos del hospital cobijeño. La ausencia del equipo obligaba en muchos casos a trasladar a los pacientes a hospitales de las ciudades brasileñas de Brasiléia o Río Branco.
El Dr. Elisandro Fukumoto, administrador del Hospital Roberto Galindo, anunció que el costo del servicio tomográfico está siendo estudiado en función a los costos operativos del equipo, asegurando que será accesible a todos los sectores de la colectividad pandina.
Un reportaje al Hospital
Planta generadora de oxígeno del Hospital
de Cobija, abandonada en el 2010.
Foto Silvia Antelo Aguilar
Denominado con el nombre del Dr. Roberto Galindo Terán, pionero de la Medicina en la amazonia boliviana, es algo más que un hospital de segundo nivel, pero no llega a ser uno de tercero. Además de los cuatro servicios básicos como Ginecología, Pediatría, Cirugía y Medicina Interna, posee una unidad de Traumatología dada la prevalencia de accidentes de tránsito, que es la mayor causa de muerte en Cobija donde el motociclismo no está obligado a usar cascos de protección, ya que los cascos o “capacetes” solían ser utilizados por sicarios para encubrir su identidad.
Además del tomógrafo, varios equipos de alta tecnología se hallan en desuso por falta de elemental mantenimiento. “No tenemos técnicos especializados a la mano, debemos hacer reparar nuestros equipos en el Brasil, con elevados costos”, lamentaba la Dra. Erica Pardo, Médica Planificadora del Hospital, en un reportaje que Sol de Pando publicó en octubre del 2010.
Un generador de oxígeno que no tenía más de 5 años de uso, estaba paralizada porque los repuestos sólo existen en Bélgica. “Eso nos obliga a comprar oxígeno del Brasil, y no hay plata para ello”, reclamaba ya entonces la Dra. Pardo. El Ministerio de Salud, entonces a cargo de Nila Heredia, tomó con indiferencia estas dramáticas necesidades.
En el quirófano la autoclave para esterilización se descompuso, sin mano que la arregle. Dos ambulancias se hallaban paradas sin gasolina.
La sección materno infantil es una de las más problemáticas.
Foto Silvia Antelo Aguilar