lunes, 25 de junio de 2012

REPORTE GRÁFICO | Motos policiales en Cobija desechadas por falta de repuestos

Motocicletas entregadas hace apenas cuatro años arrinconadas y en desuso.
Los policías movilizados durante la jornada del domingo insistieron a nuestro periodista para que visite cada una de las dependencias policiales para verificar la situación de abandono y descuido en que se hallan estos bastiones del Estado boliviano.
Equipos semi-nuevos desechados por la ineficiencia de la burocracia estatal.
Una de ellas, es un área cerrada con malla olímpica que contiene en su interior aproximadamente un centenar de motocicletas, algunas muy viejas por el constante uso que se habría dado; aunque una buena cantidad guardan motos, en estado semi-nuevo, que hace algunos pocos años fueron entregados para patrullaje y que sin explicación alguna se encuentra arrinconados en este lugar como si fueran chatarra. Se trata de un verdadero “Cementerio de Motos”; aunque aquí yacen máquinas que deberían continuar en servicio por mucho años más.
El policía que nos llevó al lugar, dijo que por falta de repuestos y la rigurosidad de la burocracia, hay motos que no funcionan por falta de un pequeño repuesto que en las tiendas no sobrepasan los Bs. 100; monto que sin embargo no se halla disponible ni programado en el presupuesto policial del Departamento.
La operatividad de la Policía de Pando afectada por estos insensibles abandonos.
En ediciones anteriores de Sol de Pando se denunció que en este Departamento los servicios básicos colapsan no solamente por una inadecuada infraestructura que responda a las necesidades de la creciente población; sino también porque los equipos que el Estado adquiere o recibe en donación con inversión de grandes recursos, caen en desuso prematuramente debido a la falta de un adecuado mantenimiento y porque las administraciones gubernamentales no prevén fondos para repuestos e insumos. Así, en el Hospital Roberto Galindo, por ejemplo, un flamante tomógrafo se mantuvo por más de tres años sin funcionar y una generadora de oxígeno recién donada por el gobierno de Bélgica quedó paralizada por falta de elementales insumos que se compran del Brasil.